2º domingo después de Pentecostés, 11º en el año

Jesús llamó a sus doce discípulos, y les dio autoridad…

Mateo 10,1

Todos los evangelios cuentan que Jesús –de entre muchos discípulos y discípulas- eligió a doce personas. Una extraña mezcla. Hay algunos de los que apenas sabemos los nombres, de otros se hace una pequeña referencia. Es admirable que personajes tan diferentes puedan convivir en paz en la compañía de Jesús. Al mismo tiempo, estas doce personas son una linda imagen de lo que es la iglesia: todos tienen una historia de vida diferente, caracteres distintos, puntos de vista opuestos tal vez, pero están unidos por el amor hacia el Señor Jesús y por su llamado y envío.

¿Por qué Jesús elige a doce seguidores? El evangelista Marcos nos dice que los eligió “para que lo acompañaran”. Eso quiere decir dos cosas:

Primero, los eligió para que fueran sus amigos. Es sorprendente que Jesús necesitara amigos humanos. Es la esencia de la fe cristiana que podemos decir que Dios no puede ser feliz sin los seres humanos. Justamente por ser el Padre, habrá un vacío en su corazón hasta que todos los seres humanos hayan encontrado su camino a la casa celestial.

Segundo, Jesús sabía que el fin estaba cerca. En situaciones normales, él mismo tal vez habría escrito un libro con sus enseñanzas. Pero así, eligió a personas para escribir el mensaje sobre ellas. Son sus libros vivientes. Lo iban a acompañar para poder llevar su mensaje a todo el mundo, enviados para ser embajadores de Cristo, en sus palabras, su vida y sus obras.

La Madre Teresa de Calcuta decía que la vida de los cristianos es el único libro que la gente sabe leer. Vos y yo, hoy.

Karin Krug

Salmo 100; Génesis 18,1-15, (21,1-7); Romanos 5,1-8; Mateo 9,35-10,8 (9-23); Agenda Evangélica: Juan 5,39–47

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