… El Señor dice que ustedes lo han abandonado y que, por eso, él los abandona ahora…

2 Crónicas 12,5b

“No siendo que viendo, vean.”
Ciertamente mirando las luces de colores, absortos, sustituyendo la Luz, dando la vuelta a Tu Presencia, y esto, en las tantas ocasiones, donde “estamos ocupados” en tantos menesteres. Y es en ellos, en los que deberíamos y podríamos imprimir el sello de Tu Esencia.
Incluso en nuestros trayectos, donde a veces sumidos en la distracción, no logramos descifrar que hasta la ínfima porción de la tierra, de la que todo obtenemos, hasta energía cuando la absorbemos sintiéndola bajo nuestros pies, sin ver que estamos yendo hacia la Tierra Prometida. Y hasta el aire que exigimos, y sólo registramos cuando nos falta, cargado de iones de Tu divinidad.
Y lo abandonamos, en esos momentos en que distraídos hasta de nosotros mismos, no nos volcamos a servirle en los que más lo necesitan, y aun menos lo conocen. Entonces derivamos nuestro rumbo, e instalamos en el trono a quienes creemos nos beneficiarán… No viendo que el mayor de los beneficios es llevarte dentro, y así hacer refulgir Tu presencia.
Es que, sólo cuando sencillos, humildes, liberándonos del yugo material, reconociendo nuestras ausencias, nos volvemos a Él, es cuando en esa reconquista, se actualiza la Misericordia.
Y que los jefes de Israel y el rey se humillaran, con la promesa de salvación, es más que promisorio no sólo para con nosotros y nuestras faltas, sino antes bien destinados al son del Padrenuestro “…así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden…”
Reine en nosotros, Padre, la humildad como principio, a reivindicar al prójimo, ¡dando siempre una nueva oportunidad!

Ana Oxenford

2 Crónicas 12,1-16

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