Si entonces alguien les dice a ustedes: “Miren, aquí está el Mesías”, o “Miren, allí está”, no lo crean. Pues vendrán falsos mesías y falsos profetas; y harán señales y milagros, para engañar, de ser posible, hasta a los que Dios mismo ha escogido.

¡Tengan cuidado! Todo esto ya se lo he advertido a ustedes de antemano.

Marcos 13,21-23

Como seres humanos de carne y hueso, racionales, necesitamos de acciones, cosas sobrenaturales que nos muestren señales de que estamos frente a un Dios.

Es parte de nuestra debilidad humana el estar necesitando constantemente de la presencia de eventos o situaciones que nos indiquen la presencia en quien confiamos, al cual no vemos a través de nuestros ojos.

Los pueblos originarios o los mismos vikingos esperaban señales “sobrenaturales” como un rayo para dar inicio a una conquista o realizar la cosecha.

Actualmente nos sorprendemos cuando vemos por las noticias sobre predicadores que en escenarios multitudinarios curan enfermos o que logran resucitar a muertos, situaciones “sobrenaturales” que a muchas personas ciega.

Dios, ayúdanos a confiar en ti, en el regalo de la vida…

Romario Dohmann

Marcos 13,14-23

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