Levántate, toma contigo al niño y a su madre y regresa a Israel, porque ya han muerto los que querían matar el niño.

Mateo 2,20

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Si bien no está acreditado históricamente que hubo una persecución de los niños y niñas en tiempos Jesús, Mateo trata de buscar una similitud entre las vidas de Jesús y de Moisés que fue rescatado del río después de que se diera la orden de ahogar en el río a hijos (no a las hijas) de los esclavos hebreos.

Pero… como sea ¡qué maravillosa noticia sería que el ángel del Señor pudiera decirles también a nuestros niños y niñas hoy, que no se preocupen porque ¡ya están derrotados quienes los persiguen para matarles: los abusadores y el hambre, el gatillo fácil y el desamparo!!!

La persecución a la infancia es un tema espantoso que parece de nunca acabar porque hoy también la niñez es perseguida, especialmente cuando es pobre y marginal.

Niñez peligrosa, niñez perseguida, niñez en peligro.

Pero Jesús nos dice: Dejen que los niños vengan a mí y no se lo impidan, porque el reino de Dios pertenece a los que son como ellos. En verdad les digo: quien no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él. (Mateo 10,14-15)
Que Jesús nos inspire cuando hablamos y decidimos sobre la infancia. 

Cristina La Motte

Mateo 2,13-23

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