El Señor es mi luz y mi salvación.
Salmo 27,1

El calendario litúrgico nos recuerda que estamos en el tiempo de la Epifanía. En este tiempo nos preguntamos: ¿quién es Dios? ¿Cómo se revela a nosotros? ¿Cómo nos relacionamos con Dios? ¿Cómo testificamos tú y yo nuestra fe en nuestra vida diaria? La palabra bíblica prevista para este día nos dice que Dios es luz, Dios es salvación.
El Salmo 27 es una oración de confianza en Dios. Quien ora en este salmo, vivió momentos muy difíciles; se enfrentó a enemigos que querían destruirlo, a un ejército que quería atacarlo. Sin embargo, las amenazas a la vida no lo intimidaron, no lo hicieron retroceder. Su mirada se volvió hacia Dios. Confianza y esperanza son expresiones que describen de manera muy hermosa la relación con este Dios que es luz y salvación.
Nuestra confianza y esperanza en este Dios que es luz y salvación no es un escape a las dificultades o adversidades que nos sobrevienen, ni es una ilusión. Se fundamenta en lo que Dios ya ha hecho por este mundo y continúa haciendo al revelar su rostro amoroso en Jesucristo.
El intento de aniquilar la esperanza anunciada por Jesucristo en el Viernes Santo fracasó. La Pascua es expresión de la plenitud del amor de Dios, de la luz que vence la muerte, de la salvación que nos anima a caminar con confianza, esperanza y sin miedo.
Querido Dios, en muchos momentos de mi vida me siento como si estuviera en la oscuridad. Sin saber hacia dónde ir, qué actitud tomar o cómo seguir adelante. Hay tanta violencia en nuestras ciudades, guerras estúpidas que cobran la vida de personas inocentes. Me siento frágil ¡Concédeme que, por la acción del Espíritu Santo, pueda experimentarte como luz y salvación! Amén.

Nestor Paulo Friedrich
Salmo 27, 1

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