Cielo y tierra, escuchen lo que el Señor dice: Crié hijos hasta que fueron grandes, pero ellos se rebelaron contra mí.

Isaías 1,2

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Es realidad que en muchas familias los hijos crecen, y cuando tienen una cierta edad buscan independizarse de los padres. Es natural que cada persona busque su independencia. Pero resulta que son siempre más y más los casos en que las hijas y los hijos directamente se desentienden de sus progenitores, éstos quedan totalmente de lado e ignorados por su familia a la que aman de una forma indescriptible. Los padres están constantemente pendientes de lo que pasa o no con la familia.

El profeta Isaías se motiva en su libro teniendo presente el sentimiento del Dios Creador: El pueblo elegido (amado) se ha apartado de los principios divinos. El profeta dice que a pesar del alejamiento de su pueblo Dios está expectante de todos los movimientos que realizan los suyos, incluyendo de esta manera también a los que lo ignoran.

El profeta dice: Si el Señor todopoderoso no hubiera dejado a unos cuantos de nosotros, ahora mismo estaríamos como Sodoma y Gomorra (Isaías 1,9).

Hoy son los creyentes en Dios y las iglesias, a los que se refiere Isaías, que deben asumir el mensaje salvífico para muchas personas que creen que sin Dios también se puede vivir.

Oración:

Señor, nuestro Dios, gracias por estar siempre a la expectativa de nuestros movimientos y pensamientos. Pedimos por la convivencia de las diferentes generaciones. Amén.

David Weiss

Isaías 1,1-9

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