No se dejen ustedes llevar por enseñanzas diferentes y extrañas. Es mejor que nuestros corazones se fortalezcan en el amor de Dios que en seguir reglas sobre los alimentos; pues esas reglas nunca han sido de provecho.

Hebreos 13,9

El versículo que compartíamos en el día de ayer “Jesucristo es el mismo” hace de unión con el de hoy. Porque “Jesús es el mismo”, no se dejen ustedes llevar, engañar por enseñanzas diferentes y extrañas… El autor trata de animar, explicando que estas reglas y prohibiciones son irrelevantes, no aportan, no son de ayuda ni de fortalecimiento espiritual. Esto nos recuerda las palabras del apóstol Pablo (1 Corintios 8,8): “ni porque comamos seremos más, ni porque no comamos, seremos menos”.

En este sentido, me parece enriquecedor pensar en cuáles son los temas que nos ayudan a mantener una relación más estrecha con Dios y también con nuestros semejantes, y cuáles son aquellos temas que solo generan más discordia, distancia y nada nos dejan…

Poder tener esa sensibilidad de aprender a hablar sobre lo que realmente edifica y necesitamos. En este sentido, la palabra de Dios hoy continúa expresando: “es mejor que nuestros corazones se fortalezcan en el amor de Dios”, aquí hay una sugerencia de alimentarnos a través de lo obrado por Cristo, como fuente de alimento espiritual. Que podamos aprender a nutrirnos, a fortalecernos y respetarnos desde el camino de la fe, que nuestras reuniones y encuentros puedan ser espacios de ensayo de que estamos dispuestos/as a aprender a plantear los temas y las palabras que nos sacian desde el amor de Dios.

Hay una fuente de amor divino, do el peregrino templa su sed, fuente que salta a eterna vida, do Cristo invita venid bebed. (Culto Cristiano Nº 165)

Marisa Andrea Hunzicker

Hebreos 13,9-14

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