Festo mandó que le llevaran a Pablo, y dijo: “Rey Agripa y señores… ahí tienen a ese hombre. Todos los judíos me han traído acusaciones contra él,… y no dejan de pedirme a gritos su muerte; pero a mí me parece que no ha hecho nada que la merezca. Sin embargo…”

Hechos 25,23-25

Sin embargo… ¿siguen adelante con la parodia?

El gobernador Festo y el rey Agripa tienen poder sobre la suerte de Pablo: “ese hombre”. Saben perfectamente que las acusaciones son infundadas.

Aquí están los acusadores con argumentos falsos y los gobernantes con protocolos “políticamente correctos” y Pablo solo, con su fe en Jesucristo.

Esas dos fuerzas hoy también luchan una contra la otra: la “políticamente correcta” y “ser fiel a Cristo”.

No se puede ser fiel a los dos señores (Mateo 5,37). Debemos elegir y será LA DECISIÓN que marcará toda la vida.

Pablo se decidió, luchó “la buena batalla”, leal a Su Señor Jesucristo.

No sirve decir: “Sí; sí” pero NO. El “Sí” que sea “Sí” a una vida con Cristo. Y esa vida es mucho más que “lo mejor” que nos puede pasar. Es el Reino de Dios, cuando Él reina en tu vida, y te guía, corrige y te protege.

No todos nacemos con esa firmeza, pero todo aquel que se entrega con cuerpo y alma a Cristo será hecho nuevo, será transformado por Dios y será una nueva persona.

Servir a Dios tiene sus riesgos que valen la pena enfrentarlos, aun si parecen “políticamente correctos”, porque el que sirve a Cristo siempre gana.

Nada te turbe, nada te espante. Quien a Dios tiene nada le falta. Solo Dios basta. (Canto y Fe Nº 430)

Winfried Kaufmann

Hechos 25,23-27

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