odia a ustedes sepan que a mí me odió primero. Si ustedes fueran del mundo, la gente del mundo los amaría, como ama a los suyos. Pero yo los escogí a ustedes entre los que son del mundo, y por eso el mundo los odia, porque ya no son del mundo. Acuérdense de esto que les dije: “Ningún servidor es más que su señor”. Si a mí me han perseguido, también a ustedes los perseguirán; y si han hecho caso de mi palabra, también harán caso de la de ustedes. Todo esto van a hacerles por mi causa, porque no conocen al que me envió. Ellos no tendrían ninguna culpa si yo no hubiera venida a hablarles. Pero ahora no tienen disculpa por su pecado; pues los que me odian a mí, odian también a mi Padre. No tendrían ninguna culpa, si yo no hubiera hecho entre ellos cosas que ningún otro ha hecho, pero ya han visto estas cosas y, a pesar de ello, me odian a mí y odian también a mi Padre. Pero esto
sucede porque tienen que cumplirse las palabras que están escritas en la ley de ellos: “Me odiaron sin motivo”.

San Juan 15, 18-25

Cuando servimos a Cristo y nuestra entrega es auténtica y absoluta, no esperemos de parte de aquellos que rechazan a nuestro Señor, ninguna aceptación, tolerancia ni reconocimiento a nuestro trabajo.
En el texto el mismo Señor nos da los motivos y el por qué se comportarán hacia nosotros con hostilidad; pero sí contaremos con el apoyo y la colaboración de los que recibieron a nuestro Señor como el suyo y así lograr con éxito la misión encomendada.
Porque su Espíritu nos une… me juego por un reino de amor, justicia y paz. (Canto y Fe Nº 337)

Norberto Abel Santillán

San Juan 15,18-25

Compartir!

Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn
Share on whatsapp
WhatsApp
Share on email
Email
Share on print
Print