Y despedida la congregación, muchos de los judíos y de los prosélitos piadosos siguieron a Pablo y a Bernabé, quienes hablándoles, les persuadían a que preservasen en la gracia de Dios.

Hechos 13,43

Pablo y Bernabé predican en un pueblo compuesto por griegos, judíos y romanos. La vida familiar en la época se estaba deteriorando por lo que son llamados a mantenerse firmes en la gracia, en la misericordia, en el amor de Dios.

La familia, así como en aquella época se encuentra en crisis, tal es así que la tecnología llena nuestro tiempo y nos aleja de los demás. En vez de dedicarle tiempo a nuestros hijos jugando con ellos, haciéndoles sentir contenidos en sus emociones, que experimenten la familia como un puerto seguro, nos dedicamos a mirar el celular, a tener amigos virtuales, a dedicarnos exclusivamente a nosotros mismos. De la misma manera no nos tomamos el tiempo para compartir con los padres ya mayores, con la pareja porque hay opciones que nos resultan más atractivas.

La tecnología nos aleja de las personas y lo que parece en principio más agradable, finalmente nos deja vacíos, sin embargo las relaciones humanas traen consigo alimento para el alma, nos deja con recuerdos de momentos vividos y de amores compartidos.

El evangelio nos exhorta a mantenernos en la gracia de Dios, y el resultado de recibir el amor y la misericordia de Dios debería ser el que seamos misericordiosos y bondadosos con los demás, especialmente en nuestros hogares.

Que Dios nos acompañe para que podamos optar por el camino que incluya a las personas y que seamos generosos de nuestro tiempo dedicado a otros. Amén.

Nancy Schreiner de Heil

Hechos 13,26-43

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