Examínense ustedes mismos, para ver si están firmes en la fe; pónganse a prueba. ¿No se dan cuenta de que Jesucristo está en ustedes? ¡A menos que hayan fracasado en la prueba!

2 Corintios 13,5

¿Estamos firmes en la fe? ¿Cuál sería nuestra primera respuesta?

¿Qué tipos de circunstancias hacen que nuestra fe se debilite?

Cuando llegué a la Congregación del Alto Uruguay conocí a una de las tantas abuelas de la comunidad. A diferencia de otras, a esta abuela por problemas de salud le era imposible trasladarse al templo. Desde que la conocí hasta el día de hoy sigue confesando que su fe está firme a pesar de sus dificultades físicas para poder caminar. No sólo que lo confiesa, sino que cree que algún día volverá a caminar. A veces nos rendimos fácilmente y esta abuela es ejemplo para mu-chas personas que “tiran la toalla” sin enfrentar la situación. Sólo Dios sabe si esta abuela volverá a caminar, pero lo que me queda claro es que su fe sigue firme, sigue intacta más que nunca.

A pesar de los problemas y de las luchas que tengamos en la vida, les invito a que juntos podamos decir: “Sí, estamos firmes en la fe”. Que nada ni nadie derribe nuestra fe y esperanza en Jesucristo que todo lo puede. Que este versículo del apóstol Pablo nos ayude a creer en el Hijo de Dios que siempre nos da una salida, una esperanza y que está en nosotros. Por eso, arriba la fe y la esperanza puesta en nuestro Señor Jesucristo, y como dice la canción: Firmes y adelante, huestes de la fe. Sin temor alguno que Jesús nos ve. (Canto y Fe N° 327)

Emiliano Torres

2 Corintios 13,1-13

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