Viernes 28 de octubre


Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos. ¿Quién no temerá, Señor, y glorificará tu nombre?

Apocalipsis 15,3b-4a

Quien por un tiempo considerable realizó una tarea, llega a reunir gran experiencia y conocimiento de la materia de su trabajo. Esto es algo que toda persona busca y desea en su vida laboral. Así Juan, como mensajero de Dios ha aprendido a confiar en su Señor. Ha conocido su justicia, su verdad y la grandeza de sus obras. Ahora no puede callar y necesita anunciar esto a un pueblo que de nuevo puede descreer. Y desde su experiencia junto a Dios Juan pregunta: “¿Quién no temerá, Señor, y glorificará tu nombre?”, como diciendo: no debería haber nadie que no tema y glorifique tu nombre Señor ya que han recibido abundantes señales para poder hacerlo.
Por su Palabra y mediante el Espíritu Santo, Dios nos sostiene, guía y enseña. Con paciencia y amor a hecho de nosotros aprendices del oficio de ser creyentes de su Hijo y de Él mismo. Este es un oficio único porque cuando parece que más lo conocemos, también nos damos cuenta de lo mucho que aún nos falta comprender. Es bueno verlo así, porque la verdad es que siempre estamos en el camino para crecer en la fe y el amor de Dios. Este sentimiento nos dispone favorablemente a poner nuestra mirada en Dios, para reconocer la grandeza y maravilla de sus obras y renovar nuestros oídos para escucharle. Él ha de enseñarnos y según nuestra necesidad para que podamos servirle en la obra de su reino y así alabemos y glorifiquemos su nombre. Amén.

Delcio Källsten

Apocalipsis 15,1-4

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