Martes 24 de septiembre
Sean aceptables a tus ojos mis palabras y mis pensamientos, oh Señor, refugio y libertador mío. Salmo 19,14 Cuenta una historia que hace varios
Sean aceptables a tus ojos mis palabras y mis pensamientos, oh Señor, refugio y libertador mío. Salmo 19,14 Cuenta una historia que hace varios
La enseñanza del Señor es perfecta, porque da nueva vida. El mandato del Señor es fiel, porque hace sabio al hombre sencillo. Salmo 19,7
Pero se quedaron callados, porque en el camino habían discutido quién de ellos era el más importante. Marcos 9,34 En el camino de regreso,
Donde hay envidias y rivalidades, hay también desorden y toda clase de maldad. Santiago 3,16 La carta de Santiago nos revela la esencia de
Si entre ustedes hay alguno sabio y entendido, que lo demuestre con su buena conducta, con la humildad que su sabiduría le da. Santiago
Pero tú, Señor todopoderoso, eres un juez justo; tú conoces hasta lo más íntimo del hombre. Hazme ver cómo castigas a esa gente, pues
El Señor me hizo saber que mis enemigos estaban tramando algo malo. Él me abrió los ojos, para que me diera cuenta. Jeremías 11,18
Sin embargo, Dios me ayuda; el Señor me mantiene con vida. Salmo 54,4 El autor de este salmo, David, en ese momento estaba siendo
Escucha, oh Dios, mi oración; presta oído a las palabras de mi boca. Salmo 54,2 Hoy se nos recuerda que, en tiempos de adversidad
Si alguien se avergüenza de mí y de mis palabras en medio de esta generación adúltera y pecadora, también el Hijo del hombre se