Viernes Santo: ¿Por qué no se come carne roja?

Hablar de viernes santo, además de las acciones litúrgicas en las que se recuerda la crucifixión de Jesús, una de las cosas que más se destaca, incluso para las personas no creyentes, es la abstinencia de la carne roja, que es reemplazada por pescado, vegetales y pastas. Sin embargo, este gesto se repite, muchas veces sin saber el motivo y su sentido.

Esta tradición no es bíblica y se ha ido instalando como una costumbre de la iglesia, con su sentido y significado, pero vale aclarar que no existe algo así como un mandato bíblico, que hable de no comer carne en viernes santo. Así, los cristianos lo viven como una «penitencia«, que forma parte del ayuno, reflexión y arrepentimiento del tiempo de cuaresma (40 días antes de la Pascua).

La carne en general, y la roja en particular, se asocia a las fiestas, mientras que el Viernes Santo, más allá de estar en el calendario litúrgico, no es una festividad, sino una conmemoración del sacrificio y la muerte de Jesús. Por su parte, el pescado no se asocia a ninguna en general, por eso se elige para esta ocasión; siendo así un modo de exteriorizar el espíritu de ese momento.

La ingesta o no de carne el viernes santo, más que una cuestión legalista o «pecaminosa», debiera ser vista desde el espíritu con el que se vive. Alguien puede alimentarse con pescado; sin embargo, actuar de modo tal que el sacrificio de Cristo en la cruz no le vale nada, en sus acciones, palabras y omisiones. Hay un viejo dicho, que reza que «el hábito no hace al monje». Por lo que de nada vale juzgar por el aspecto externo y las acciones visibles, tanto si es para bien como si lo hacemos para mal, porque lo que ven nuestros ojos no concuerda en infinidad de ocasiones con lo que guarda el interior o lo que hay detrás.

Por otra parte, al traer a colación el tema de la carne en viernes santo, puede bien ayudar a pensar sobre qué cosas los cristianos y las cristianas, llamados por Jesús a ser discípulos, sería bueno que se abstengan. Quizás en esa lista bien podría entrar el odio, la mentira, el falso testimonio, la negación, la falta de amor, la discriminación, entre otras.

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