«Fortalecerse como cuerpo»: segundo encuentro de Ministras de la IERP y la IELU

 

Ministras de la IERP y la IELU se encontraron en Buenos Aires fortaleciendo un espacio común, de trabajo, testimonio y reflexión. Foto: Estela Andersen

BUENOS AIRES / Argentina | IERPcomunica – Por segundo año consecutivo, las Ministras de las Iglesia Evangélica del Río de la Plata (IERP) y Evangélica Luterana Unida (IELU) se encontraron para capacitarse, reflexionar, pensar y fortalecerse mutuamente como líderes en un entorno muchas veces hostil, por ocupar un rol que tradicionalmente ha sido llevado a cago únicamente por hombres. En los espacios de trabajo desarrollaron dinámicas en las que trabajaron sobre la diferencia entre ideología y perspectiva, los modelos de las profetisas en la Biblia, el lugar de la mujer hoy, espacios alternativos de mujeres en religión, e historias de resistencia de la comunión luterana.

La actividad, que reunió a unas quince Ministras de la IERP y la IELU se realizó entre los días 8, 9 y 10 de mayo en el templo de la IELU  de Amenábar 1767 de la Ciudad de Buenos Aires, constituyéndose como el segundo encuentro, luego de que surgiera la propuesta. «Esta es una iniciativa que surgió hace tres años como un espacio de capacitación, reflexión y comunión para las pastoras y diáconas, como una necesidad concreta de fortalecernos mutuamente como líderes mujeres en un entorno muchas veces hostil, por ocupar un rol que tradicionalmente ha sido llevado adelante solamente por hombres», indicó la pastora de la IERP Estela Andersen, quien evaluó la actividad señalando que «si bien muchas mujeres han abierto las primeras sendas, hay un gran camino por delante» y que «como mujeres líderes de nuestras Iglesias tenemos mucho por hacer y decir en la construcción de una propuesta más equitativa, inclusiva y contenedora», destacando lo valioso del hecho que las comunidades las reciben y disfrutan de la tarea que realizan juntos: «Sabemos que no es fácil, pero cada vez somos más, y vale la pena porque tenemos los dones que Dios nos ha dado», continuó Andersen, que todavía puntualizó que «al mirarnos a nosotras mismas vimos que no hay un perfil, vamos construyendo este nuevo rol de las mujeres» en el que. «obviamente surgen preguntas: ¿Cómo se hace, se espera a que se den las posibilidades o nos metemos en las estructuras dadas y luchamos»,  desde ahí? ¿Tenemos que aprovechar las fisuras y grietas como hicieron las mujeres de la Biblia conteniéndonos entre nosotras?», puntualizó.

La actividad comenzó el martes de tardecita con la Conferencia Pública de la pastora Dra Elaine Gleci Neuenfeldt, de la Red de Mujeres de la Federación Luterana Mundial (FLM) y pastora de la Iglesia Evangélica de Confesión Luterana en Brasil (IECLB), que trabajó sobre la importancia de comprender la diferencia entre ideología y perspectiva. Neuenfeldt enfatizó que «cuando hablamos de género, siempre es desde la perspectiva de género, que es una herramienta para observar y estudiar; sin embargo, frecuentemente se la acusa de ideología, como una forma de desacreditación». Por su parte, el miércoles 9, después de un devocional motivador a cargo de la pastora Dr. Mercedes L. García Bachmann, cuatro pastoras dramatizaron los modelos de profetisas: Miriam, Julda, Deborah y Noadías. Luego, a través del paseo por una diversidad de textos bíblicos, pudieron ver como en el Antiguo Testamento hay testimonio de la existencia de muchas profetisas, reconocidas y buscadas por reyes y otros líderes por su conocimiento y sabiduría. Al mismo tiempo el trabajo llevó a ir intercalando sus propias experiencias como líderes mujeres y los contratiempos que por discriminación son expuestas.

Por la tarde del mismo miércoles, a través de dinámicas con el cuerpo, la Diácona de la IELU Malena Parras permitió a las Ministras visualizar, a través de sus historias, el lugar que cada una ocupa hoy, sus tareas en las congregaciones y otros espacios, lo que les permitió reconocerse hermanas, como cuerpo y con caminos muy similares. A través de diferentes expresiones artísticas, Parras permitió compartir lo que cada una es y tal como es. Este taller se llama «Ancestras: de qué mujeres venimos, lo heredado, los mandatos, historias que volvemos a repetir» y pertenece al Laboratorio Las Magdalenas del Teatro de las Oprimidas, de la ciudad de Oberá, Misiones.

Más tarde, la pastora Elaine coordino otro taller de Biblia para ver los «Espacios alternativos de mujeres en religión». Esta herramienta les permitió observar como las traducciones del hebreo son tendenciosas, y como los comentarios sobre los textos bíblicos, en donde las mujeres aparecen como en contacto directo con lo sagrado, y sobre todo el templo, han retorcido el mensaje y ha afectado en la lectura de los textos. Hasta mismo los títulos que encabezan los textos (que son agregados muy posteriores) influyen a la hora de llegar a los textos. La pastora Elaine compartió las narrativas y patrones de exclusión que se repiten, lo que les permitió ver cómo las Ministras se sienten entre dos espacios: el sagrado tradicional litúrgico, y otros momentos donde las mujeres desarrollan actividades también sagradas. Para finalizar el encuentro, el jueves de mañana la pastora Neuenfeldt propuso todavía reflexionar acerca de «Historias de resistencia de la comunión luterana». Este espacio se centró en la soledad y orfandad de varias mujeres que tuvieron que luchar para ser ordenadas, para ser doctoras en teología, en los primeros tiempos en donde las mujeres entraron al pastorado, esto lo hizo contando casos concretos desgarradores.

Noticia escrita con aportes de Estela Andersen

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