Porque Dios es justo, y no olvidará lo que ustedes han hecho y el amor que le han mostrado al ayudar a los del pueblo santo, como aún lo están haciendo. Pero deseamos que cada uno de ustedes siga mostrando hasta el fin ese mismo entusiasmo, para que se realice completamente su esperanza.
Hebreos 6,10-11
Dios es justo, se anuncia muchas veces en la Biblia, y aquí una vez más. Y se relaciona a ese Dios justo con la valoración de lo que ya ha hecho esa comunidad de los Hebreos. ¡Qué bueno saber que Dios tiene en cuenta nuestra historia, nuestro pasado! ¡Qué bueno saber que todo lo que uno ha hecho, de cierta manera, es valorado por Dios! No en el sentido de que queremos ser felicitados, sino por saber que nos acompaña, que nos mira, y nos da una palmadita en la espalda en señal de aprobación cuando conseguimos llevar una vida de acuerdo a su voluntad. Y también en una sociedad donde se insiste tanto en que no importa el pasado, ni el futuro, sino solo el presente. Dios valora el pasado, el presente y le dará valor al futuro.
A lo que sí nos quieren motivar los versículos bíblicos es a no parar de ayudar, de hacer el bien. No debemos pensar que por mucho bien que hayamos hecho en el pasado, nuestra misión ya está cumplida. Debemos seguir haciendo todo el bien que podamos. Nuestro entusiasmo puede entusiasmar a muchos más.
Ojalá puedas sentirte orgulloso/a de tu pasado, de todo lo que ya ayudaste, pero Dios te desafía a seguir con el mismo entusiasmo, porque hay muchos/as que se pueden beneficiar de tu esfuerzo. Debe haber cerca de ti un barrio, una escuela, un comedor, una familia o una persona a la que puedas ayudar.
Vayamos a compartir lo que el Señor hoy nos dio, contemos su salvación, anunciemos su amor entre toda nación. Alcemos al que cayó, al ciego démosle luz, al oprimido, valor, al que oprime, perdón, y alabemos a Dios. ¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluya! (Canto y Fe Nº 97)
Armando A. Weiss
Hebreos 6,9-20
