¿Qué mujer que tiene diez monedas y pierde una de ellas, no enciende una lámpara y barre la casa buscando con cuidado hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas, y les dice: “Alégrense conmigo, porque ya encontré la moneda que había perdido”.

Lucas 15,8-9

El valor de lo pequeño, que tantas veces desmerecemos, se pone aquí de manifiesto, y es disparador de una actitud propia de todo ser humano, que es la de buscar. A partir de un ejemplo doméstico Jesús nos acerca la alegría que siente Dios por alguien que se vuelve a él.

Destaco y comparto tres aspectos para la reflexión de este día:

  1. Todos en la vida estamos llamados a buscar, de hecho lo hacemos permanentemente: buscamos sustento, salud, descanso, amigos, fami-lia, alivio, consuelo… En la actitud de la mujer que se pone a buscar la moneda perdida, algo previo tuvo que pasar: ella se tuvo que dar cuenta de que algo le faltaba. Una lección también para nosotros es el hecho de detenernos y revisar con atención nuestras vidas para darnos cuenta de lo que nos falta. La mujer lo hizo y resultado de ello es que se dio cuenta de que una moneda le faltaba y a partir de allí se puso en movimiento.
  2. En la búsqueda por encontrar lo que nos falta es necesario ponernos en movimiento, así como lo hizo la mujer, nadie puede buscar desde la quietud, la apatía o la indiferencia. También es necesario reconocer el lugar en donde buscar, como así también los recursos disponibles para ello: la mujer encendió una lámpara y tomó en sus manos una escoba para barrer… Cada uno de nosotros también debe detectar los recursos de que dispone en su entorno que permitan buscar para encontrar.
  3. Al encontrar la moneda, la mujer no se corta sola, sino que reúne a sus amigas y vecinas para compartir la alegría del encuentro. Ella sabe que la alegría que se comparte se agranda, y a partir de ese hecho compartido se genera comunidad. Una lección para nosotros la de saber compartir los resultados de nuestras búsquedas y esfuerzos y alegrarnos juntos.

Señor, ayúdanos a revisar nuestras vidas para darnos cuenta de lo que tenemos y agradecer por ello; pero también darnos cuenta de lo que nos falta para con atención poder buscarlo. Amén.

Hilario Tech

Lucas 15,1-10

Compartir!

Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn
Share on whatsapp
WhatsApp
Share on email
Email
Share on print
Print