Porque todo lo que Dios creó es bueno, y nada es desechable, si se toma con acción de gracias…

1 Timoteo 4,4

Pablo estaba instruyendo a Timoteo no sólo acerca de la teología sino también sobre los valores éticos que estaban desviados.

¿Será verdad todo lo que nos dicen los medios de comunicación? Somos bombardeados por diferentes versiones sobre una misma realidad. En más de una oportunidad debemos poner en oración para poder discernir cuál será la verdad sobre alguna información que escuchamos y altera a la sociedad, o a una comunidad de fe.

En el tiempo de Timoteo existían diferentes versiones sobre lo que consideraban “la auténtica religión”. La pregunta sería entonces: ¿qué nos prohíbe Dios? ¿O será que lo único que Dios juzga es la vanidad, el egoísmo, el individualismo exacerbado y la falta de amor?

A partir de esta exhortación pastoral debemos reconsiderar lo que hacemos, lo que juzgamos y lo que contribuye o no a una vida comunitaria saludable. Esta vida comunitaria me incluye pero también me trasciende. Me desafía para revincularme con mis prójimos desde el amor.

La Palabra de Dios, la oración, la acción de gracias y la vida comunitaria basada en los mejores aportes de cada persona son los pilares de la edificación eclesial para una nueva sociedad.

El mundo no quiere saber de la iglesia y del evangelio hasta que se pueda comprobar que los/as cristianos/as somos personas diferentes, cuyas actitudes se manifiestan en palabras, gestos y acciones cotidianas.

Wilma E. Rommel

Compartir!

Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn
Share on whatsapp
WhatsApp
Share on email
Email
Share on print
Print