Ahora bien, tener fe es estar seguro de lo que se espera; es estar convencido de lo que no se ve.
Hebreos 11,1
Qué importante es tener fe, en todos los aspectos y dimensiones de nuestra vida.
En este texto lo que queda en claro es que la fe no puede estar atada a lo que vemos. La fe nada tiene que ver con la realidad en la cual estamos insertos, sino no sería fe, sería oportunismo, ya que creer es confiar.
Hoy tener fe implica un acto de coraje, ya que es ir en contra de la corriente, por ejemplo creer en la solidaridad en un mundo individualista, egoísta, donde muchos buscan salvarse a sí mismos. Tener fe es no dejar que la desilusión nos inunde cuando algunos se aprovechen y traicionen nuestra generosidad y solidaridad.
Jesús nos enseña a tener fe y creer en un mundo mejor y más justo, ese fue su mensaje en esa nueva realidad a la que llamó Reino de Dios. Reino que iba en contra de todo aquello que muchos religiosos y poderosos predicaban para someter al pueblo.
La historia nos enseña que los grandes cambios en el mundo los realizaron personas de mucha fe, que creían a pesar y en contra de lo que se veía como normal y natural. Personas que pudieron ver una sociedad más justa e igualitaria para hombres y mujeres, personas que tuvieron fe en que la educación sea un derecho para muchos y no para unos pocos. Todos los derechos que hemos conquistado como sociedad, justamente han sido gracias a la fe de muchos. Y lo que falta por recorrer y lograr depende de nuestra fe.
Javier Gross
Hebreos 11,1-7
