Y harán fiesta en presencia del Señor su Dios, junto con sus hijos y sus siervos, y con los levitas que vivan entre ustedes, ya que ellos no han recibido entre ustedes ninguna tierra en propiedad.

Deuteronomio 12,12

“Y harán fiesta…” La fiesta es un acontecimiento que siempre ha acompañado la vida de las personas. Hay muchas ocasiones y motivos para festejar. Hacemos fiesta en ocasión del bautismo de nuestros hijos, la confirmación, casamiento, cumpleaños, etc. Hacer fiesta implica compartir con otros la alegría que uno siente. Es hacer algo especial por algo…

Nuestro versículo bíblico es parte de una “orden” que recibe el pueblo para hacer fiesta. Es una fiesta de “acción de gracias” a Dios por todas las bendiciones recibidas de él. Durante esta fiesta cada uno es invitado a mirar lo que tiene, y de ello (animales, etc. v. 11) ofrecer a Dios y festejar. Festejar por las bendiciones recibidas, festejar dando gracias a Dios por los logros obtenidos, festejar…  Hacer que la vida sea alegre, que no sea sólo una carga pesada; no quedarse en lo que aún habrá que conseguir sino agradecer a Dios por lo que ya hemos recibido.

Esta fiesta tiene una particularidad más: hacerla junto con toda la familia y todos aquellos que no han recibido tierra. Invitar a la fiesta a aquellos que no podrán hacer fiesta; invitarlos para que se alegren junto con nosotros, para que sean parte de nuestra alegría. Y, festejando, agradecer a Dios por todo lo que hemos logrado, o mejor dicho, por todo lo que hemos recibido de él.

Para que estés siempre en medio nuestro, para que nos juntes en la comunión, para que a pesar de toda tristeza, esta sea una fiesta porque aquí estás vos. (Canto y Fe Nº 126)

Ricardo Becker

Deuteronomio 12,1-12

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