¡Manténganse firmes, para poder salvarse!

Lucas 21,19

Jesús nos muestra cómo el ser discípulos suyos no es un camino fácil ni agradable. Sólo necesitamos mirar a tantos hermanos y hermanas que ya han pasado por lo que Cristo nos anunció: encarcelamientos, persecuciones, que nos miren con desconfianza, que seamos dejados de lado y que descrean de nuestros anuncios de paz y bien, cuando hablamos y transmitimos el mensaje de Salvación.

Sólo el Señor puede darnos la gracia de mantenernos firmes en la fe ante las contrariedades de la vida, por eso nosotros debemos estar preparados para recibirlas. En primer lugar, hay que esperar todo de Dios, saber que la fuerza viene de Él, confiar en Él, cuando el temor y el miedo nos venzan recurrir a su ayuda por medio de la oración.

En las dificultades y tiempos malos que se presenten en nuestro andar por la vida, busquemos las huellas del Maestro que va por delante y que, como buen Maestro, ya ha experimentado en su persona todo lo que tengamos que padecer nosotros.

Cuando se va la esperanza él nos habla y nos dice: No se alejen de mi lado, permanezcan firmes que siempre estaré. No se alejen de mi lado, permanezcan firmes que siempre estaré. (Canto y Fe N° 235)

Gladis Susana Gomer

Lucas 21,5-19

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