Dijo Dios…
Génesis 1,3
…Crearé por amor al ser humano que será mi mejor obra.
Día 1º: Dios creó la luz.
Ser humano: ¿Entendió lo que podía ver con ella?
Día 2º: Dios creó el firmamento.
Ser humano: Siempre ha mirado al firmamento, ese espacio infinito que nos sobrecoge, sorprendido y admirado, preguntándose qué habría ahí, ¿podría haber alguien más? ¿De verdad está tan lejos el firmamento?
Día 3º: Creó Dios el mar, la tierra, el mundo vegetal.
Ser humano: Tuvo pronto certeza de su capacidad de dominio. La tierra es una fuente agotable de recursos, lo mismo que el mar. Pero al ser humano no le importa, y hiere a la tierra y el mar, y extrae todo lo que cree que le sirve para prosperar. Hoy, algunas personas, no tienen inconveniente en mantener ciertas zonas en guerra permanente si con ello consiguen que los habitantes de esa zona no se hagan con ciertos recursos. Se ha hecho tan depredador que ha tenido que crear el Tratado del Antártico para preservarlo de su propia ambición.
Descubrió que las plantas, los árboles servían para mucho más que dar sombra. Descubrió que la madera era valiosa y, alguna en concreto, muy valiosa. Y arrasa miles de hectáreas sin preocuparse de cómo queda esa zona y qué pasa con sus habitantes. Descubrió que algunas de esas plantas y frutos de los árboles mezclados, le sirven para evadirse de la realidad y creó las drogas y trafica con ellas.
El ser humano no pensó en el ser humano…
Señor, ayúdanos a aprender que somos administradores de tu creación que depositaste en nuestras manos. Amén.
Cristina Inogés Sanz
Génesis 1,1-13
