Hijos, obedezcan a sus padres como agrada el Señor, porque esto es justo.

Efesios 6,1

La Palabra hoy nos invita a descubrir como busca proteger y afianzar desde la obediencia el vínculo entre padres e hijos. Y entonces esto me lleva a pensar en las familias de nuestro tiempo, nuestras familias con tantos y diversos conflictos que tenemos en las relaciones.
Es interesante recordar, por ejemplo, cual era la idea de obediencia que teníamos con nuestros padres, quizás a usted le pasó, o viene de aquella época donde no se necesitaban muchas palabras, solo con la mirada de un mayor, sabíamos qué estaba bien, pero más aún qué estaba mal, y no había lugar para lo segundo. La obediencia no era una opción, de lo contrario, podría haber serias consecuencias.
Creo que la obediencia es un valor en crisis también en las relaciones familiares. La falta de diálogo, de tiempo, la diferencia de opiniones, de formas de entender y de vivir la vida actual hace que ese ideal se vea lejos de nuestras vidas. Ya no somos solo los padres los que decidimos, a veces estamos dispuestos a aprender y otras veces nos cuesta demasiado adaptarnos a los cambios, ya sea como padres o como hijos.
Es esta una gran oportunidad para pensar: cómo, como padres- madres enseñar lo mejor a nuestros hijos/as desde el amor. Seguramente necesitamos trabajar en la idea de un aprendizaje mutuo. Darnos el espacio para escucharnos, perdonarnos, aceptarnos, y caminar brindando cada uno/a desde su lugar. Creo que esto, como nos invita el versículo, sería realmente justo y agradable al Señor. Pidámosle que Él nos guíe y sostenga una y otra vez. Amén.

Marisa Andrea Hunzicker

Efesios 6,1-9

Compartir!

Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn
Share on whatsapp
WhatsApp
Share on email
Email
Share on print
Print