Dejen todas sus preocupaciones a Dios, porque él se interesa por ustedes.

1 Pedro 5,7

Que invitación más linda nos hace nuestro Padre. Igual como cuando éramos chicos y nuestros problemas los solucionaban nuestros padres. Dios nos extiende sus manos y nos pide que tengamos fe que él solucionará todos nuestros problemas.

¿Cuántos problemas nos hacemos cada día? Son innumerables las cosas que nos afligen diariamente y a veces por causa de ellas nos abrumamos y no sabemos cómo seguir adelante. Con nuestros problemas a cuestas muchas veces nos ponemos agresivos y atacamos a las personas que nos rodean. Nos encontramos como en un callejón sin salida sin saber en nuestra desesperación que tenemos a alguien que no nos deja solos y que se interesa por nosotros.

Oremos a nuestro Padre y él nos ayudará a seguir y poder luchar cada día. La oración es el diálogo que tenemos con nuestro Padre y él nos escucha.

Dios es nuestro amparo, nuestra fortaleza, nuestro pronto auxilio en la tribulación; aunque se trasladen los montes a la mar, aunque la tierra tiemble, tenemos que
confiar. (Canto y Fe Nº 243)

Ingrid Mai

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