Pues ha parecido bien al Espíritu Santo y a nosotros no imponer sobre ustedes ninguna carga aparte de estas cosas necesarias: que no coman carne de animales ofrecidos en sacrificio a los ídolos, que no coman sangre ni carne de animales estrangulados y que eviten los matrimonios prohibidos. Si se guardan de estas cosas, actuarán correctamente. Saludos.

Hechos 15,28-29

En la reflexión del día de ayer, pudimos apreciar cómo la comunidad cristiana primitiva en amor y guiada por el Espíritu Santo, resuelve una controversia entre Pablo y los fariseos convertidos al cristianismo, que pretendían que los nuevos conversos provenientes del paganismo también estén sometidos a la Ley de Moisés.

Luego de reflexionar Pedro, Santiago, el hermano del Señor, expone también que “no se deben imponer cargas innecesarias a aquellos que, no siendo judíos, dejan sus antiguas creencias para seguir a Dios”. Y aquí es importante la instrucción que este primer concilio da a los mensajeros que serían enviados a Antioquía, Siria y Cilicia junto a Pablo y Bernabé para leer y clarificar ante esas comunidades su resolución.

No solo es importante lo que Santiago enumera como “cargas necesarias”, sino también lo que Santiago “deja afuera de cargas necesarias”, entre otras, no se menciona el guardado del día sábado, ni de otras fiestas judías, ni obligación de comida kosher1. También es muy importante el respaldo que recibe Pablo a su labor y predicación.

Señor Jesucristo, tú que dijiste: “mi yugo es fácil, y ligera mi carga”, permite que pueda encontrar la felicidad con mi propia carga y la paz en tus preceptos de amor a Dios y servicio a mis hermanos. Amén.

Wagner Gabriel Enrique

(1) Alimentos que se ajustan a las regulaciones dietéticas judías. (N.d.E.)

Hechos 15,13-35

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