Pero como no tienen suficiente raíz, no se mantienen firmes, por eso, cuando por causa del mensaje sufren pruebas o persecución, pierden la fe.

Marcos 4,17

¡Muy buenos días! Nuevamente nos encontramos para compartir otra reflexión en este mágico y bendecido día. Recuerda comenzarlo con gratitud y pensamientos positivos, así comienzas con buenas energías.

¿A qué se referirá este texto con “no tienen suficientes raíces”? Se podría pensar en falta de autoconfianza, falta de fe, falta de amor… Todos y cada uno de nosotros tenemos nuestros temores y muchas veces son los temores, las inseguridades las que no nos permiten actuar o pensar de acuerdo a la palabra de Dios.

Los adultos somos los responsables de cultivar en nuestros hijos, en nuestros jóvenes, la fe, ayudándolos a descubrir sus talentos, sus fortalezas, guiándolos hacia las buenas acciones.

Hoy en día perdemos la fe con mucha facilidad, todo lo materializamos y no nos permitimos ver todo lo bueno que tenemos a nuestro alrededor. Las bendiciones, en los momentos tristes o de angustia, muchas veces son difíciles de ver, no logramos apreciarlas porque nos centramos siempre en lo que no tenemos, en lo que nos falta, en aquello que tal vez ni siquiera es tan importante como para angustiarnos o estar enojados. Mira hacia atrás para darte cuenta de todo lo que has logrado en estos años y mira hacia adelante para regalar al mundo la mejor versión de ti y construir así raíces fuertes para no caer ni decaer.

La vida constantemente nos está poniendo a prueba, algunas más difíciles de superar que otras, pero ninguna de ellas imposibles de superar. Demuéstrate a ti mismo que lo puedes lograr, que tus raíces están bien aferradas a la fe, a la vida, al amor y que todos los sentimientos positivos, te ayudarán a seguir hacia donde debas ir.

Permítete ser feliz, solo depende de ti y de la actitud con la cual enfrentes cada día, cada prueba, cada desafío. Anímate a vivir la vida con alegría y siempre regalando una sonrisa. Te deseo un bendecido día y recuerda: tus raíces las alimentas con tus pensamientos, con tus acciones. Si ellos son nutritivos, entonces tus raíces crecerán con fortaleza. ¡Feliz día!

Marianna Würgler

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