Pero ahora Cristo los ha reconciliado mediante la muerte que sufrió en su existencia terrena. Y lo hizo para tenerlos a ustedes en su presencia, santos, sin mancha y sin culpa. Pero para esto deben permanecer firmemente basados en la fe, sin apartarse de la esperanza que tienen por el mensaje del evangelio que oyeron. Éste es el mensaje que se ha anunciado en todas partes del mundo, y que yo, Pablo, ayudo a predicar.

Colosenses 1,22-23

Que la gracia y la paz de Dios estén contigo.

¿Cómo amaneciste hoy? ¿Te sentís cansado? ¿No pudiste descansar bien durante la noche? ¿Algo del día anterior o de días anteriores no te deja en paz, te preocupa?

A veces pasamos por la vida cargando cosas que no sabemos cómo dejar de lado, el día a día nos empuja y carga, empezamos a sentir que estamos llenos de problemas, surgen conflictos aquí y allí… no sabemos cómo rearmar aquellas relaciones que se han quebrado, y que muchas veces restaurarlas no depende solo de nosotros… parece ser que romper relaciones es más fácil que reconciliar…

El apóstol Pablo nos recuerda que la reconciliación la empezó Cristo: “Pero ahora Cristo los ha reconciliado mediante la muerte que sufrió en su existencia terrena.” Con la muerte de Cristo en la cruz tenemos la señal de que Dios nos reconcilió consigo mismo y por ende con los demás…

No pienses en que tienes que resolverlo todo solo… tampoco te quedes de brazos cruzados… ponlo todo en manos de Dios, pide su ayuda y busca reconciliarte con aquellos de los que te has distanciado… en Cristo hay esperanza y promesa de una vida en justicia y verdad…

Ricardo A. Becker

Colosenses 1,15-23

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