Vivencias de Carolina, la primera voluntaria IERPina en Taize

 

Carolina hizo una pausa en sus actividades en la ciudad de Buenos Aires para vivir una experiencia en la comunidad de Taize, Francia.

TAIZE / Francia | IERPcomunica – Carolina Schimpf es la primera joven de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata (IERP) en realizar un voluntariado de tres meses en la Comunidad de Taize, un espacio espiritual ecuménico conocido en todo el mundo, especialmente por sus oraciones y cantos. La experiencia de la joven del Distrito Metropolitano comenzó el 8 de agosto y combina trabajos solidarios con espacios de profundo encuentro, compartiendo con los hermanos y las hermanas de la comunidad, como también con voluntarios y voluntarias de todo el mundo.

«Mi motivación fue porque quería alejarme un poco de la gran ciudad, reencontrarme con lo que verdaderamente es esencial para nuestra vida», relató la joven que «quería salir un poco de la comodidad material, para experimentar que es lo que verdaderamente es necesario para mi y para mi vida». Sobre la participación dijo que «la mayoría al llegar aquí, y me incluyo, nos damos cuenta que internamente también buscábamos un experiencia de renovación espiritual; una oportunidad de poder profundizar y cuestionarnos cosas de nuestra fe, animarnos a ir un poco mas allá». Entre las riquezas de la hermandad, Schimpf está considerando «la experiencia de compartir el voluntariado con jóvenes de todo el mundo, con diferentes idiomas, culturas, costumbres, religiones, etc», lo cual se da con el sentimiento de estar «unidos por el amor de Dios».

La comunidad de taize fue fundada en 1940 por el hermano Roger con la idea de crear una comunidad monástica cristiana que acoja a integrantes de diversas confesiones como un signo de reconciliación y unión. «Un voluntariado aquí consiste en realizar diferentes trabajos que nos lo son asignados semanalmente», dijo la joven que estudia para ser Contadora Pública en la Universidad de Buenos Aires. Esos trabajos «pueden ir desde realizar actividades con niños o visitantes, hasta preparar la comida para todas las personas del lugar o limpiar habitaciones o baños». Sin embargo, lo que consideró el aspecto más importante, tanto para los voluntarios como para los hermanos y hermanas, es la oportunidad de  «experimentar vivir en comunidad, en sencillez y en hermandad».

Luego de la idea inicial del hermano Roger que inició con la comunidad, se le unieron compañeros de diferentes iglesias, lo que hizo que se replicara por diversos puntos del mundo. Es así, que hay algunos grupos que se reúnen periódicamente de manera rotativa en comunidades de la IERP y otras iglesias en Buenos Aires y Gran Buenos Aires. «Aquí comemos todos juntos la misma comida que nos preparan, trabajamos y compartimos la habitación». «Aquí me encontré con jóvenes voluntarios, desde entre 20 y 28 años, de todo el mundo». Siendo lo que para la voluntaria IERPina, amante de la fotografía y la música, «hace tan enriquecedora la experiencia, convivir o compartir momentos con jóvenes, tanto de Latinoamérica, como de Europa, África, Medio Oriente y Asia».

Taize ha creado un estilo de música único, que refleja la naturaleza meditativa de la comunidad. De ese modo, sus cantos orantes se han difundido por todo el planeta. Desde finales de 1950, se convirtió es un lugar de peregrinación y encuentro para personas que llegan de todas partes para compartir un tiempo de encuentro con Dios y con los demás sobre la colina. «Aquí se puede venir como peregrino, tal como lo llaman acá, que consiste en visitar la comunidad solo por una semana, o bien hacerlo como voluntario permanente, donde la idea ya no es visitar el lugar sino vivir en la comunidad por un periodo que puede ir desde un mes hasta un año y medio». En el tiempo que lleva Carolina en la comunidad, ya le ha tocado compartir es muy lindo compartir con jóvenes de Egipto, China y Alemania, Colombia, Panama, Nicaragua, Chile, El salvador, Indonesia, Timor del Este, Jordania, Bangladesh, Nigeria, Burkina Faso, Polonia, España, Eslovaquia, Francia, entre otros. Este intercambio se está realizando a través del fondo “Operación Esperanza”, a través del cual la Comunidad de Taizé ofrece la oportunidad a jóvenes de diferentes continentes. Desde la IERP se espera poder enviar nuevamente a alguien el año próximo.

 

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