Hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo les ruego que todos estén siempre de acuerdo y que no haya divisiones entre ustedes. Vivan en armonía, pensando y sintiendo de la misma manera.
1 Corintios 1,10
El texto nos exhorta a que seamos unidos y estemos de acuerdo, pero en el mundo en que vivimos llenos de denominaciones diferentes entre los mismos cristianos, luteranos, calvinistas, pentecostales, ortodoxos y católicos, parece bastante complicado estar todos de acuerdo y con el mismo pensamiento. ¿Pero eso quiere decir que Dios quiere que seamos iguales y tengamos un pensamiento único?
La verdad me parece que lo que el apóstol Pablo quiso transmitir no fue que todos seamos de una misma religión, o que todos seamos evangélicos o católicos. Creo que Dios está por encima de las diferencias dogmáticas entre las religiones y tenemos que buscar aceptar a los demás, pero siempre siguiendo la ley principal que nos dio Jesús; la primera ley ama a Dios con toda tu fuerza, con toda tu alma y con todo tu ser, y la segunda es ama a tu prójimo como a ti mismo.
Les invito hermanos y hermanas: la próxima vez que hables con otras personas que practican una religión diferente a la tuya; mira lo bello de sus costumbres y sus dogmas en lugar de resistirte o criticarla, y de esa manera ser más felices y vivir con la paz de Dios en nuestro corazón.
Daniel Eduardo Heil Schreiner
1 Corintios 1,10-17