Siempre irá revestido de justicia y verdad. Entonces el lobo y el cordero vivirán en paz…
Isaías 11,5-6
¡Como cambió el panorama con respecto a la lectura de ayer! Cuando encontramos personas tomando decisiones sabias, orientadas por Dios se modifican situaciones, cosas imposibles surgen. Claro que también requieren de la decisión del lobo y del cordero para animarse a vivir en paz.
He escuchado muchas veces a personas que entienden que aceptar ser guiados por Dios es algo similar a castrarse, auto-limitarse a no hacer algo que uno desea mucho; cuando en verdad es lo contrario. Seguir la palabra de Dios nos cuidará en muchas ocasiones de tomar decisiones por las cuales nosotros mismos nos lastimaremos.
Creo que muchas veces desconfiamos de obedecer la Palabra, pues ésta nos guiará por caminos no sólo desconocidos, sino muchas veces contrarios a nuestra lógica. Por ejemplo: ¡amar al enemigo! (Mateo 5,43-48) Pero cuando tomamos dicha decisión descubrimos cómo Dios nos guía a nuevas y maravillosas realidades. Donde había atropello ahora hay respeto, donde había corrupción ahora hay justicia, donde había violencia ahora hay paz.
Pues recordemos que todo lo malo que hay en una sociedad, en una familia, en mi vida, no es a causa del destino, sino de mis y de nuestras decisiones; o mejor dicho, de las malas decisiones.
Martin Zapke
Isaías 11,1-10