Lunes 5 de junio
¡Yo soy Dios! ¡Yo soy tu Dios! Salmo 50,7c Lo que contemplamos, inevitablemente, nos transforma. Nos saca de nuestro estado de indiferencia y sumisión
¡Yo soy Dios! ¡Yo soy tu Dios! Salmo 50,7c Lo que contemplamos, inevitablemente, nos transforma. Nos saca de nuestro estado de indiferencia y sumisión