Domingo 8 de octubre
Por fin mandó a su propio hijo pensando: “Sin duda respetarán a mi hijo”. Mateo 21,37 Dios nos envió su hijo y este dio
Por fin mandó a su propio hijo pensando: “Sin duda respetarán a mi hijo”. Mateo 21,37 Dios nos envió su hijo y este dio
No quiero decir que ya lo haya conseguido todo, ni que ya sea perfecto; pero sigo adelante con la esperanza de alcanzarlo, puesto que