BUENOS AIRES / Argentina | IERPcomunica – La Pastoral de Promoción del Cuidado de la Creación (PPCC) de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata (IERP) y su Fundación Hora de Obrar, lanzó este 21 de noviembre de 2018 una declaración pública sobre el modelo de “agronegocios” sostenido en monocultivos transgénicos y la utilización masiva de agrotóxicos, en Argentina y otros países de la región como Brasil, Paraguay y Uruguay. La misma se puede leer a continuación y fue realizada en el marco de la Tercera Consulta Internacional sobre el tema, realizada en la Ciudad de Buenos Aires entre los días 20 y 21 de noviembre.
DECLARACIÓN PÚBLICA
“Del Señor es la tierra y cuanto hay en ella, el orbe y los que en él habitan” (Sal. 24,1)
Dado que:
– Se sigue profundizando el modelo de “agronegocios” sostenido en monocultivos transgénicos y la utilización masiva de agrotóxicos, en Argentina y otros países de la región como Brasil, Paraguay y Uruguay;
– Ocurre por la imposición de condiciones que favorecen los intereses de los grandes grupos concentrados transnacionales y sus socios locales, con la anuencia de los Estados y por la invisibilización de los medios de comunicación;
– Implica la progresiva disolución de las bases de la justicia social y ecológica, tanto como de la soberanía alimentaria y energética de nuestros pueblos, mediante diversas formas de extractivismo;
– Genera un impacto altamente nocivo para nuestras sociedades y promueve la concentración de la riqueza y la exclusión, rompe los modos de vida y la cultura campesina, daña el ambiente natural, amenaza gravemente la salud poblacional, y produce alimentos contaminados para los mercados de nuestras ciudades;
A partir de la experiencia realizada a lo largo de casi tres años en diversos espacios de reflexión y diálogo sobre la problemática del modelo agrario dominante y la búsqueda de alternativas, en congruencia con el testimonio de la Palabra de Dios, que nos llama a un sincero arrepentimiento, al pedido de perdón por nuestros faltas y omisiones, pasadas y presentes y a la búsqueda del Reino de Dios y su justicia; y en línea con lo que vienen advirtiendo múltiples organizaciones a lo largo de años, recogido últimamente en el Informe Preliminar de la Relatora Especial sobre el Derecho a la Alimentación de las Naciones Unidas (ONU), Hilal Elver, luego de su visita a la Argentina durante el mes de septiembre último,
la Pastoral de Promoción del Cuidado de la Creación de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata y su Fundación Protestante Hora de Obrar, desea manifestar públicamente, junto a otras instituciones, colectivos y actores de la sociedad civil argentina y de la región, su profunda preocupación por este estado de cosas, haciendo a la vez una urgente interpelación a la responsabilidad de las autoridades competentes y de la ciudadanía en su conjunto, para que pongan en marcha de forma inmediata medidas tendientes a revertir esta grave situación.
En virtud de ello, reclama, particularmente a los poderes públicos, establecer marcos legales y políticos que:
– garanticen el acceso a la tierra a pequeños productores y el fomento de la producción y el consumo de alimentos en base a formas alternativas, superadoras de la lógica del agronegocio, como la agroecológica;
– pongan límites al avance de la superficie dedicada a la agricultura industrial, respetando las reservas naturales y el espacio vital de los pueblos originarios;
– promuevan el acceso a las semillas a las familias campesinas e impidan el control monopólico de su elaboración y comercialización por la vía de su patentamiento;
– tutelen a la población expuesta a la influencia nociva de agrotóxicos y al consumo de alimentos potencialmente nocivos.
En este sentido saludamos la reciente decisión del Superior Tribunal de Justicia de la Provincia de Entre Ríos, que ratificó el fallo del juez Oscar Daniel Benedetto, de la Cámara 2ª de la Sala 2, que – a partir de una acción colectiva de amparo – estableció una franja de 1.000 metros alrededor de las escuelas rurales libre de uso de agrotóxicos, más una zona de resguardo consistente en una barrera vegetal cuyo objetivo es impedir y/o disminuir el ingreso descontrolado de agroquímicos hacia los centros educativos y un límite de 3 mil metros de distancia para las pulverizaciones aéreas. E instamos a la justicia y a la sociedad en su conjunto a sostener e impulsar medidas similares en el resto del país y la región.
Reconocemos así mismo la tensión dentro de la que viven muchos pequeños productores, que buscando sobrevivir como tales, se hallan envueltos en un círculo que los lleva a debatirse entre la fascinación, el temor y la culpa, sin entrever una salida para ellos y sus familias. Precisamente a ellas y a ellos deseamos alentarlos a buscar mancomunadamente alternativas productivas superadoras al modelo del agronegocio.
Pues únicamente seremos fieles a nuestra vocación humana común, y responsables para con las generaciones futuras, si edificamos nuestra sociedad sobre bases espirituales y materiales que promuevan íntegramente la justicia y cuidado de la buena creación de Dios (Gn. 1).
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 21 de Noviembre de 2018