Estoy muy sorprendido de que ustedes se hayan alejado tan pronto de Dios, que los llamó mostrando en Cristo su bondad, y se hayan pasado a otro evangelio.
Gálatas 1,6
Aquí el apóstol cuestiona la actitud de los gálatas en querer volver, al pasado, a la circuncisión, al rito, cuando recibieron un evangelio diferente y superador centrado en la gracia y no en la ley. La ley nos recuerda permanentemente lo pecadores que somos, en cambio el evangelio de Cristo nos habla del amor de Dios y su perdón por medio de esa gracia.
Es una vieja discusión en nuestras comunidades de fe el lugar que ocupa la ley y la gracia en nuestro cotidiano funcionar. Aunque somos acérrimos defensores de la gracia, no siempre ella se ve plasmada en nuestro accionar. La tentación de remarcar lo que nosotros hacemos en el nombre de Cristo es permanente. En cambio, el desafío saludable radica en aceptar y vivir más anunciando lo que Dios en Cristo Jesús ha hecho por mí, por ti, por todos nosotros. En que no se gana el favor de Dios, sino que se recibe, vive, demuestra, se comparte allí donde celebramos, vivimos, trabajamos y amamos. En este cambio de paradigma está también la visión de la misión de los creyentes. Si Cristo me eligió a mí, y yo acepté, entonces la misión de la Iglesia no es una opción, sino una responsabilidad y deber de cada uno.
Jorge Alberto Buschiazzo
Gálatas 1,6-10