PAVE A´EVE JAGUATA ÑAÑEÑANDU ARAMI , LIBRES PARA AMAR
Estamos llegando al final del campamento, algunos sentados escribiendo, tomando mate, escuchando música, otros pintando el mural que le vamos a dejar a Florencio Varela, para que quizás algunos se contagien de nuestra energía. Con una mezcla de emociones, positivismo, alegría, paz, plenitud, satisfacción, amor, inspiración, felicidad, esperanza, calma y contentos de encontrar un grupo al cual pertenecemos. Juntos nos sentimos parte de esta colectividad, compartimos amistad, y en este fin de semana nos recargamos de energías para afrontar nuestro día a día cuando volvamos a casa. Acá reunidos, nos preguntamos: ¿qué nos llevamos de este encuentro?
En primer lugar, nos llevamos vivencias. Una de ellas fue un momento de oración comunitaria. El pastor Ivan nos pidió que nos tomaramos de las manos y uno por uno le agradecimos a Dios, en voz alta o en silencio. Esto lo vivimos en un marco de mucha paz y respeto. Otro momento significativo, ocurrió a la noche, esta vez con la ayuda de Sergio, quien con mucha empatía logró convertir el Devocional en una experiencia única. Allí, algunos de nosotros, vinimos en representación de la la comunidad Mbya guaraní para compartir y concientizar sobre nuestra realidad y cosmovisión, desde nuestra propia mirada, a través del audiovisual. Reflejamos lo que es importante para nuestra comunidad y las problemáticas, con el objetivo de dejar a los que están en este campamento, una mirada diferente, real, sobre nosotros Mbya guaraní; y siendo nosotros los que tenemos la oportunidad de mostrar lo que queremos. Para finalizar, bailamos todos juntos el jerojy,que es una danza tradicional Mbya, como forma de compartir respeto, fuerzas, amor, espiritualidad entre todos.
Nosotros, los jóvenes, reunidos en el contexto del campamento de invierno del distrito metropolitano de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata, bajo el lema «Libres para amar» reflexionamos y repensamos las relaciones que encaramos en el día a día. Para ello, en primer lugar, nos preguntamos qué significa para nosotros ser libres, y qué significa amar.
El amor, para nosotros, no se refiere únicamente al amor de una pareja, sino a cualquier tipo de relación, ya sea de amigos, de noviazgo, de la familia e incluso, y más importante aún, el amor propio. Estas relaciones deben ser saludables, con enriquecimiento y entrega mutua, sin pensar en estereotipos ni prejuicios. Sin embargo, entendimos, que muchas veces, sin darnos cuenta, en nuestras relaciones no nos permitimos ser libres. Para lograrlo, debemos deconstruir lo que la sociedad nos impone para construir relaciones sanas.
Amar libremente significa dejarnos guiar por nuestros sentimientos más profundos, porque el amor más puro no tiene barreras sociales, étnicas, religiosas, ni de ningún tipo.
*La siguiente declaración fue realizada por los jóvenes del Distrito Metropolitano de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata (IERP) como conclusión de su campamento juvenil celebrado en Florencio Varela los días 18 y 19 de agosto, espacio en que trabajaron el tema «libres para amar»
Además pintaron el mural que se muestra arriba, cuyo diseño fue consensuado entre todos y todas. La obra tiene una whipala en el fondo y si bien no es un elemento utilizado por el pueblo Mbyá Guaraní, los jóvenes presentes señalaron que se identifican a través de la misma. En la pintura aparecen diferentes colores y tipos de cabello, con lo que se representa la diversidad que existe en los seres humanos. También fueron agregados elementos propios como la rosa de Lutero, la guitarra, el mate, la cruz y el pañuelo de la legalización del aborto. Todos ellos van de la mano, lo que representa la unión, la comunidad, la religión y la cultura, según su propia manera de comprender las cosas.