GENERAL SAN MARTIN – LA PAMPA / Argentina | IERPcomunica – La Comunidad de General San Martín en la provincia de La Pampa, Argentina, convirtió su antigua casa pastoral en un Centro de Día para personas con discapacidad. El espacio alberga por el momento a unas 25 personas, entre alumnos y profesores. Cuenta con talleres de capacitación, así como espacios terapéuticos y de contención. El proyecto está siendo llevado a cabo por el Área de Acción Social de la Municipalidad local, que se hizo cargo de los arreglos del predio, así como de los cuidados y del mantenimiento.
El espacio viene al encuentro de una situación en la localidad, en tanto poder acompañar a las personas con discapacidad luego de finalizar sus estudios en la escuela. Hasta el momento no había ningún espacio en el que pudieran seguir con estudios, preparación o un espacio de contención, que además les pudiera facilitar algún tipo de inserción laboral. El proyecto surgió luego de un espacio de «Colonia de verano», en el que trabajaron hábitos, comunicación, verbalización, dinámicas de grupo, etc.
Esto llevó a que el grupo comenzara a encontrarse en diferentes espacios y desde el Área de Acción Social del Municipio empezaran a planificar diferentes actividades en diferentes espacios, lo que llevó a comenzar a pensar en un espacio específico para el grupo, donde poder concentrar todo el trabajo. La casa tiene una cocina amplia, que fue adaptada a partir de las exigencias bromatológicas, para poder ser usada como un taller de cocina y además utilizarla para producir (budines, panes, etc) para la venta. Además posee dos habitaciones, la primera de ellas funciona el área de comunicación e integración, donde trabajan todo lo referido a la lectoescritura, numeración, hábitos saludables, entre otros. Por su parte, el espacio de la segunda habitación, se utiliza para actividades físicas, relajación, tareas lúdicas, etc. Por otro lado, el patio es un espacio grande, con comodidad para el esparcimiento y actividades al aire libre.
«Hoy los tenemos que visibilizar, para prepararlos y trabajar con ellos, pero para que un día sean invisibles», señaló Carolina Butti, Encargada del Área de Acción Social, en tanto dejen de ser llamados como «los chicos con discapacidad para pasar a ser Oscar, Daniel, Laura… y que se puedan insertar y trabajar», recalcó. El grupo que asiste al espacio se autodenomina «Somos uno», todos mayores de 18 años, siendo que la mayor tiene 50 años. Sin embargo, también trabajan actividades puntuales con un grupo de cuatro niños con discapacidad (hipoacusia, dificultades en el campo de espectro autista, etc). El objetivo es que la casa también vaya siendo parte de sus espacio, logrando una mayor integración entre los grupos.
Desde la llegada del Pastor Sabino Ayala a la congregación en 1990 la casa pastoral dejó de usarse como tal por su precariedad y falta de algunos servicios. Desde ese momento hasta el 2006, aproximadamente todos los pastores que viajaban y querían pernoctar algunos días, lo hacían en la casa particular de un miembro de la comunidad. Desde la comunidad local señalaron que en la iniciativa surge desde Acción Social del municipio, como parte de un proyecto social relacionado con personas con discapacidad. «Se hicieron las consultas pertinentes con el Pastor David Cirigliano y miembros de la Comisión Directiva de Bahía Blanca», destacó Alicia Bast. Entonces, «con su aprobación se firmó el contrato de comodato, ya que el municipio asumió todos los gastos de habitabilidad, servicios y demás de la casa». Si bien por el momento no hay ningún proyecto de trabajo en conjunto con quienes administran en este momento el lugar, «como miembros de la comunidad estamos muy contentos por el fin que se le dio a ese espacio» «hoy contamos con un espacio moderno y totalmente renovado», finalizaron.