Ustedes vivían en la oscuridad, pero ahora, por estar unidos al Señor, viven en la luz. Pórtense como quienes pertenece a la luz.

Efesios 5,8

Referido a la luz y la oscuridad que nombra en esta cita, les traigo un cuento cuyo nombre es: “La Llave”.
“Una tarde la gente vio a Rabiya buscando algo en la calle frente a su choza. Todos se acercaron a la pobre anciana, “¿qué pasa?”- le preguntaron,“¿qué está buscando?”. “Perdí mi aguja”, dijo ella. Y todos la ayudaron a buscarla. Pero alguien le preguntó: “Rabiya, la calle es larga y está cayendo la noche, pronto no habrá más luz. Una aguja es algo muy pequeño ¿por qué no nos dice exactamente dónde se le cayó?” “Dentro de mi casa”, dijo Rabiya. “¿En serio?, Sí la aguja se ha caído dentro de tu casa, ¿por qué la buscas aquí afuera?” “Porque aquí hay luz. Dentro de la casa no hay”. “Pero aun habiendo luz, ¿cómo podemos encontrar la aguja aquí si no es donde la has perdido? Lo correcto sería llevar una lámpara a la casa y buscar allí la aguja”. Y Rabiya se rió. “Son tan inteligentes para las cosas pequeñas, ¿cuándo van a utilizar esa inteligencia para vuestra vida interior? Los he visto a todos buscando afuera y yo sé perfectamente bien, lo sé por mi propia experiencia que lo que buscan está perdido dentro. Usen su conciencia. ¿Por qué buscan la felicidad en el mundo externo? ¿Acaso la han perdido afuera?”
Usa tu conciencia para buscar las cosas dónde están y no donde no están, incluso si está oscuro. Busca dentro de ti.
¡Feliz día! Les deseo una semana con mucha luz.
(Relato original de SUFIS: “the people of the path”.)

Marianna Würgler

Efesios 5,1-14

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