Dios les ha puesto en el corazón la determinación de hacer lo que él quiere que hagan: se pondrán de acuerdo para entregar su autoridad de reyes al monstruo, hasta que se cumpla lo que Dios ha dicho.
Apocalipsis 17,17
Gracia y paz de Dios sea con ustedes.
Estimadas y estimados hermanos: en el capítulo 17 la profecía de Juan nos va revelando el juicio de Dios sobre Babilonia (Roma), hasta que se cumpla lo que Dios ha dicho. Podemos observar que Dios pone fin, trunca y hace caer el imperio.
Dios es el Señor de la historia, nadie por más fuerte y poderoso que sea logra cambiar el propósito y los planes de Dios.
El gran mensaje que Juan va revelando y anunciando es que los imperios poderosos que generan muertes y dolores serán condenados por Dios. Y así, su profecía va haciendo camino hacia la esperanza y fortaleciendo la fe de las comunidades que llevaban el gran peso de la persecución y opresión.
Los tiempos difíciles pueden debilitar nuestra fe, llevar a sentirnos abandonados por Dios y a olvidar su rostro de misericordia y amor revelado en Jesús. Sin embargo, Juan también nos anuncia la buena nueva para este tiempo presente: en Jesús Dios pone fin al poder de los opresores, y abre un nuevo horizonte de vida.
Querido hermano, querida hermana: “aunque el tiempo se presente muy difícil y se aumente entre nosotros la aflicción, que no caiga la esperanza, hermana mía, ni se apague la luz del dios, que no caiga la fe, que no caiga la esperanza” (del canto “Que no caiga la fe”, de Jesús Páez).
Izani Bruch
Apocalipsis 17,15-18