En otro tiempo ustedes eran oscuridad, pero ahora son luz en el Señor.
Efesios 5:8
Somos luz en el Señor por estar unidos a él y la luz produce bondad, rectitud y verdad.
Lejos de Dios, es imposible vivir en la luz, en cambio, si permanecemos a su lado, podemos reflejar un poco de esa luz que su Espíritu Santo nos irradia y sentir su presencia en nuestras vidas; que bueno es cuando a través de esa luz, aunque sea como una llama pequeñita en nosotros, podemos iluminar la vida de los demás y que nuestra alma se llene de luz y amor para dar; que lindo es también, cuando los que nos rodean, iluminan nuestra vida, haciéndola mucho más bella.
Cada día, por obra y gracia del Espíritu, podemos caminar en la luz de Dios, esa luz que nos guía, cual manantial de esperanza y fe.
Señor haz que tu luz nos abrace, nos cobije, nos de calor, para poder replicarlo en nuestro entorno, en los que nos acompañan en nuestro caminar, también para que cuando estemos atravesando momentos de oscuridad en nuestras vidas, aun así podamos sentir que sigues estando allí, muy cerca nuestro, acompañándonos en todo tiempo. Amén.
“No nos iluminó para dejarnos regresar, nos llevará a la tierra que nos prometió y que ninguno de sus hijos viva con temor, nos llevará a la tierra que nos prometió.” (Canto y Fe Nº 104)
Iris Bender.
Efesios 5: 8-9