Desde el Programa Ecuménico de Acompañamiento en Palestina e Israel (PEAPI) del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) denunciaron una vez más actos de violencia de parte de colonos israelíes en regiones ocupadas de Palestina y particularmente hicieron un fuerte llamado a restaurar la paz en Cisjordania, donde hubo una serie de hechos de violencia y asesinatos en los últimos días.
Según señalaron, la violencia de los colonos ocupantes está vinculada a «motivos nacionalistas» registrándose en estos dos últimos meses 190 incidentes y ataques en West Bank, lo que significa dos veces más que el mismo período del año pasado. «La anarquía de los colonos enciende una ya volátil situación y obstaculiza los esfuerzos para poner fin al ciclo de violencia», explicaron.
Entre otros hechos, el 26 de febrero arrasaron el pueblo de Huwara, cerca de Nablus, donde alrededor de cuatrocientos colonos incendiaron al menos seis casas y docenas de autos, asesinando a un palestino e hiriendo más de cien con barras de metal y gas lacrimógeno. La violencia vino después de otro incidente en Nablus la semana anterior cuando once palestinos fueron asesinados por fuerzas de seguridad israelíes.
Líderes de la iglesia en Jerusalén emitieron un comunicado diciendo que “este doloroso desarrollo hace mucho más necesario no sólo bajar las tensiones en palabras y hechos sino también encontrar una solución duradera al conflicto israelí-palestino, de acuerdo con las resoluciones internacionales y con legitimidad”.
Desde el programa del CMI hicieron un llamado a los gobiernos del mundo, la ONU, las Iglesias y organizaciones relacionadas con las Iglesias, así como Organismo no Gubernamentales «para que se contacten de inmediato con el gobierno israelí y pidan que las vidas de palestinos e israelíes sean protegidas por igual», en tanto «la actual violencia en West Bank debería servir como ímpetu para renovar nuestro llamado por una paz justa para palestinos e israelíes por igual», finalizaron.