CRESPO / Argentina | IERPcomunica – Con gran emoción, la Congregación Evangélica de Crespo de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata (IERP) celebró el vigésimo quinto aniversario de la creación de Manos Solidarias. El evento especial tuvo lugar en la noche del domingo 25 de junio y contó con la presencia de representantes de iglesias hermanas e instituciones de la ciudad de Crespo, con las cuales esta obra diacónica trabaja en forma mancomunada.
El Grupo Manos Solidarias vio la luz el 24 de junio de 1998 gracias a la iniciativa de un pequeño grupo de personas, en su mayoría jóvenes, que se vieron conmovidas por la situación de aquellos que necesitaban elementos ortopédicos a raíz de accidentes, cirugías o discapacidades. Estas personas estaban convencidas de que desde la Congregación había que hacer algo para ir al encuentro de esa necesidad. El lema que se eligió para esta obra fue: «Hoy con mi colaboración puedo ayudar a otros. Tal vez mañana sea yo quien necesite que le den una mano.»
Así nació Manos Solidarias, una obra diacónica de la Congregación Evangélica de Crespo, abierta a toda la comunidad sin distinciones de ninguna clase. Los comienzos fueron muy modestos, con la venta de alfajores, pastelitos, empanadas y pirok, y con la colaboración de la Comisión Directiva. Con el tiempo, se logró incrementar los recursos mediante el alquiler de los elementos ortopédicos.
Cada nueva adquisición de sillas de ruedas, muletas o camas ortopédicas era motivo de gran alegría y festejo. A lo largo de los años, muchas personas, especialmente mujeres de diferentes edades, se han sumado a esta noble causa. Dedican su tiempo y talento en diversas actividades, como ferias de objetos usados, donde se reciben donaciones de ropa y utensilios que son reparados y acondicionados previamente. También se confeccionan acolchados, almohadones y ajuares para bebés, se adquieren y mantienen elementos ortopédicos, y se recolectan alimentos no perecederos, entre otras tareas. Además, se han establecido lazos de colaboración con instituciones e iglesias hermanas, especialmente con las parroquias católicas, quienes comparten el mismo objetivo de brindar ayuda solidaria al prójimo.
«En este momento de reflexión y gratitud, agradecemos a Dios por estos 25 años de compromiso y servicio. Agradecemos a todas las personas que han sido parte de este grupo a lo largo de los años, así como a aquellos que continúan trabajando en esta labor incansable. También extendemos nuestro agradecimiento a todos aquellos que han realizado donaciones de ropa, muebles y otros utensilios para las ferias. Que esta noble tarea pueda continuar por muchos años más, siendo un faro de esperanza y amor para nuestra comunidad», expresó el pastor local Bernardo Raúl Spretz.