Martes 8 de agosto

El amor y la verdad se darán cita, la paz y la justicia se besarán, la verdad brotará de la tierra y la justicia mirará desde el cielo.
Salmo 85,11-12

Hermanos y hermanas, les invito a que antes de introducirnos en la reflexión puedan tomarse algunos minutos para leer el Salmo 85 en su totalidad y de manera pausada. Creo que de todos los textos que hay en el Antiguo Testamento, los salmos deben ser los que con más frecuencia son leídos, quizás porque son textos que reflejan ampliamente las sensaciones y emociones humanas.

Este salmo (el 85) refleja tanto la súplica de su autor ante una situación que lo desespera, como su confianza plena en ese Dios que está cerca, que escucha los clamores y que no abandona a su pueblo.

El salmista expresa en estas líneas su deseo más profundo: que el amor, la verdad, la paz y la justicia sean una realidad tangible para el pueblo de Dios.

Lo que deseaba él en aquel momento histórico es lo que todavía deseamos nosotros/as hoy, que la verdad “brote de la tierra” y que reine entre la humanidad. Que haya justicia, y que no solo “mire desde arriba”, sino que permanezca entre nosotros/as y que sea visible en todas partes. Que la paz se mueva en medio de las diferentes sociedades y que alcance a toda la creación. Todo eso, que desea tanto el salmista como nosotros/as es posible, si confiamos plenamente en nuestro Dios y actuamos de acuerdo a nuestra fe.

Que nuestro Dios nos dé fuerzas, perseverancia y valentía para luchar sin temor por una realidad más justa, más honesta y llena de amor para todos y todas. Amén.

Karla Steilmann
Pastora de la IERP
Estudiante de doctorado en la universidad de Leipzig, Alemania.
Salmo 85,10-13
Tema: Amor, justicia.

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