Siempre doy gracias a mi Dios por ustedes, por la gracia que Dios ha derramado sobre ustedes por medio de Cristo Jesús. Porque en él ustedes fueron enriquecidos en todas las cosas, tanto en palabra como en conocimiento.
1 Corintios 1,4-5
Siempre que iniciamos una nueva tarea en favor de la comunidad fuera o dentro de la congregación es menester realizar un inventario de los elementos con que contamos a fin de que las posibilidades de éxito sean las mejores. Es aconsejable poner las cartas sobre la mesa en la planificación. No olvidar detalles. Por lo general, comenzamos con la economía… ¿tenemos los fondos suficientes?… sigue la pregunta de dónde se sacará la diferencia necesaria. Fiestas, pastelitos, rifas, colectas especiales todo un arsenal de recursos clásicos y puestos a disposición con la mayor voluntad y buena onda.
El tema es que esta forma de programar la actividad por lo general recae mayormente sobre las mismas personas una y otra vez.
Cuando el apóstol Pablo escribe, menciona cuatro valores fundamentales presentes en nuestras comunidades. Gracia, enriquecimiento, palabra y conocimiento, todo en relación a la forma en que Jesús está entre nosotros.
Así pues, al comenzar una nueva tarea en la comunidad, sea externa o interna y antes de considerar la economía del proyecto, al poner las cartas sobre la mesa, comencemos a considerar como punto de partida aquellas cuestiones que el apóstol menciona. Seguramente descubriremos un sinnúmero de personas en las que el Señor con su Gracia ha puesto dones y que estas estarán dispuestas a ofrecer su tiempo y sapiencia a la causa al proyecto.
Quizás esto no tenga mucha influencia de ahorro en los números finales, pero seguramente esta forma de comenzar, poniendo la iniciativa en manos del Señor y los dones que Él derrama en su comunidad, hará que la iniciativa se encarne en la comunidad y le dé nueva vida.
Pastor Norberto Rash