En este caso, mi recompensa es la satisfacción de anunciar el evangelio sin cobrar nada; es decir, sin hacer valer mi derecho a vivir del anuncio del evangelio.
1 Corintios 9,18
¿Qué es eso de vivir sin esperar nada a cambio? ¿Eso significa que tengo que tolerar que no valoren mi trabajo?
Pablo no dice eso, sino, al contrario, expresa: «Así que, si nosotros hemos sembrado en ustedes una semilla espiritual, no es mucho pedir que cosechemos de ustedes algo de lo material» (1 Corintios 9:11). Si bien desde chicos/as nos han enseñado que no tenemos que preocuparnos por lo material, vivir sin las condiciones básicas cubiertas, no es un buen vivir. No tener agua, no tener calefacción en invierno, no tener dinero para comprar alimentos y no tener una dieta equilibrada, no es un buen vivir. Incluso necesidades que hace diez años no parecían básicas, como tener una computadora y conexión a internet, dificultan, hoy en día, tener acceso a la educación. Pablo no predica el Evangelio porque quería llenarse los bolsillos, lo hace por la satisfacción que genera hacer crecer la Fe en otras personas. Pero si bien Pablo no lo hace por eso, esa no es su motivación, necesita comer y dormir resguardado de la tormenta para seguir haciéndolo. Entonces, ¿por qué se resisten a cubrir sus necesidades materiales, cuando él está dando mucho más a cambio?
Dios, te damos gracias y pedimos por nuestros ministros y ministras, por los profesionales de la salud, por los docentes, por las trabajadoras domésticas y todas aquellas personas que constantemente tienen que hacer valer su derecho a vivir de la profesión a la que dedican su cuerpo y espíritu.
Angie Stähli
1 Corintios 9,16-18
Palabra clave: Mayordomía
Angie Stähli
Estudiante de Letras
angie.stahl.1705@gmail.com