Miércoles de Cenizas
“Pues donde esté tu riqueza, allí estará también tu corazón.”
Mateo 6,21
El texto bíblico de hoy nos habla sobre la enseñanza de Jesús acerca de cómo debemos ver nuestras posesiones y riquezas en relación con nuestro corazón y afectos, desde una perspectiva centrada en el amor ágape y no en el egocentrismo.
Desde esta perspectiva basada en el ágape, el amor incondicional y desinteresado que Jesús enseñó, el énfasis se encuentra en el bienestar y el bien común de los demás, en lugar del egocentrismo o la acumulación de riquezas para beneficio propio. El ágape nos llama a amar y cuidar a nuestros semejantes, a estar dispuestos a dar y compartir con generosidad, y a priorizar los valores espirituales, eternos y trascendentales que llenan el corazón por encima de los materiales y temporales.
Nuestras posesiones y riquezas están estrechamente relacionadas con nuestro corazón y nuestros afectos. Jesús nos dice que donde esté nuestro tesoro, allí estará también nuestro corazón. Esto nos llama a examinar nuestros afectos y asegurarnos de que estén alineados con los valores del Reino de Dios. Jesús nos invita a tener un corazón dispuesto a amar a Dios y a priorizar la construcción de relaciones saludables y significativas, en lugar de poner nuestro enfoque exclusivamente en las riquezas terrenales.
Señor, anímanos y ayúdanos a vivir desde esta perspectiva centrada en el bienestar de y con los demás y en el servicio a Dios y a la comunidad, en lugar de vivir con una mentalidad egoísta o centrada en el consumismo. Amén.
Amalia Rosa Patricia Wawrysiuk
Mateo 6:19-21
Palabra clave: Riquezas en el cielo, Ágape