2º Domingo de Cuaresma (Reminiscere)
Pero Jesús se volvió, miró a los discípulos y reprendió a Pedro, diciéndole: “¡Apártate de mí, Satanás! Tú no ves las cosas como las ve Dios, sino como las ven los hombres”.
Marcos 8,33
¡Cómo nos gusta hablar de nuestros planes! A menudo parece que tenemos la “bola de cristal” de los adivinos. Y la tenemos no sólo para nosotros, sino también para los vecinos, los amigos y hasta los enemigos. Haz esto y aquello y vas a tener “éxito” en la vida, vas a ser un “winner” (ganador)…
Fue la actitud de Pedro: no podés hablar así Jesús, no llegarás a ningún lugar con esa visión de perdedor. Habla positivamente, ¿cómo vas a hablar de muerte? Seguro que ni siquiera escuchó lo que Jesús dijo sobre la vida y la resurrección. Habla de lo que quiere escuchar. Por ello, Jesús lo reprende diciendo: “¡Apártate…! No ves las cosas como las ve Dios”.
Cuando miramos la vida de nuestras sociedades y comunidades de fe, muchas veces nos preguntamos: ¿serán nuestras ideas y acciones reflejo de lo que Dios quiere? O seremos aquellos a quienes se nos dice: ¡apártate!
Que seamos capaces en cada idea y en cada acción de ver y seguir los caminos que Dios está abriendo delante de nosotros.
Somos caminantes que se lleva el alba
buscando señales para continuar.
Vemos el camino pero no el destino;
hallarán sentido tan sólo en tu amor.
Juntamos las manos para la tarea
y nos esforzamos hasta terminar.
El sueño cumplido y no concluido,
hallarán sentido sólo en tu amor.
Estr.: La medida de nuestra vida
es tu misterio, oh Dios;
la abundancia de tu gracia
es nuestra fe, Señor.
(Canto y Fe Nº 253, 2-3)
Doris Arduin y Germán Zijlstra
Marcos 8,31-38
Tema: voluntad de Dios
Arduin, Doris, educadora, Iglesias Reformadas en la Argentina, Playa Fomento, Uruguay.
Zijlstra, Germán, pastor emérito de las Iglesias Reformadas en Argentina, Playa Fomento, Uruguay.