CARTA PASTORAL
“Si comprendieran lo que significa; misericordia quiero y no sacrificios, no condenarían a los inocentes” Mateo 12:7
Estimadas hermanas, estimados hermanos.
Con estas palabras responde Jesús a los fariseos que encerrados en su comprensión de la Ley y sus tradiciones, reaccionan al ver a los hambreados discípulos de Jesús arrancar espigas un día Sábado. (Mateo 12: 1-8).
En tal sentido, las palabras de nuestro Señor Jesucristo son muy claras: No hay dogma, tradición, ley o reglamento que esté por encima del hambre.
Hoy los sectores más vulnerables de nuestra sociedad, los jubilados y jubiladas, las personas enfermas con tratamientos crónicos, las que tienen que tomar un transporte público cada día para ir a trabajar, las personas asalariadas, cuentapropistas y desocupadas, los y las docentes, como así también los pequeños comerciantes y tantas otras personas, se ven enfrentadas a un modelo de libre mercado con ajustes y licuación de ingresos que pareciera estar siendo aplicado sin miramientos y dogmáticamente.
El resultado alcanzado hasta aquí profundiza los problemas que ya teníamos la mayoría del pueblo argentino. El crecimiento de la pobreza e indigencia es escandaloso. Todo ello en un clima de mucha violencia institucional que busca reprimir o rechazar cualquier intento de expresión pública que sea crítica.
Teniendo en cuenta que es tiempo de Cuaresma, tiempo propicio para volvernos al Cristo de la cruz, resulta más que necesario tener presente que solamente Él es el Mesías y Señor. Y que el único sacrificio salvífico es el suyo.Todas los demás sacrificios son inútiles, más aún cuando el peso de las exigencias recaen sobre las espaldas de los más débiles.
Pero también la cuaresma es un llamado a cargar la cruz de nuestro Señor siguiendo el camino de la misericordia. Es por ello, estimados hermanos y estimadas hermanas, que hacemos una invitación a todas las iglesias y comunidades a crear espacios e iniciativas comunitarias de fe, cuidado y asistencia. Son tiempos inciertos y muy difíciles. Pero el Señor está con nosotros. Estemos atentos y atentas a nuestros hermanos y hermanas, especialmente a los más pequeños.
Agudicemos el ingenio y la disposición para servir y ayudarnos misericordiosamente en la necesidad.
Como Federación Argentina de Iglesias Evangélicas nos comprometemos a ser instrumento al servicio de todas las personas y grupos que socorren al pueblo en necesidad, a través de las comunidades, Congregaciones e iglesias, haciendo todo aquello que esté a nuestro alcance para gestionar ante las autoridades correspondientes y otras instancias recursos para la ayuda solidaria.
Confiando en que el Señor nos asistirá con su Espíritu Santo, caminemos siguiendo los pasos de Jesús en amor y misericordia. Amén.
Junta Directiva de la FAIE