Carta pastoral conjunta en tiempos de violencia
Buenos Aires, 11 de marzo de 2024.
Estamos transitando el tiempo de Cuaresma. Tiempo de cenizas… y también de esperanza. Porque más allá del pecado y de la muerte, tenemos en Cristo Jesús la certeza de que todas las realidades ajenas a la voluntad de Dios, incluso aquellas que resultan sumamente devastadoras, serán transformadas en Vida.
Hoy nos duele cómo se ha profundizado la violencia en la ciudad de Rosario. El accionar de bandas criminales vinculadas al narcotráfico, se ha cobrado varias vidas y amenazan con multiplicar los hechos delictivos colmando de temor a toda la ciudad.
No hay nada que justifique semejante crueldad. La sangre inocente de las víctimas, clama al cielo pidiendo justicia. Por eso como iglesias nos unimos en oración, y rogamos al Altísimo por las familias y personas quebrantadas. La ciudad de Rosario y nuestro país necesitan de justicia y paz. «Que podamos vivir quieta y reposadamente, en toda piedad y honestidad» 1 Timoteo 2,2.
Asimismo, hacemos público también nuestro pedido ante las autoridades, para que en el marco del Estado de Derecho se lleven adelante políticas que detengan el accionar de las bandas criminales, aceleren los procesos judiciales, desarticulen los circuitos financieros que facilitan el lavado del dinero proveniente del narcotráfico y, se promuevan espacios de inclusión y contención para las niñeces y juventudes. “El efecto de la justicia será la paz, la función de la justicia, calma y tranquilidad perpetua” Isaías 32,17.
Estimada hermandad: En Jesús encontramos el llamado a quebrar los espirales de violencia que atraviesan la sociedad. Él nos llama a trabajar por la vida, transitando los caminos del Reino de Dios. Obremos siempre confiando en Aquel que anuncia la fuerza de la vida sobre la muerte. Amén.
Pastor Américo Jara Reyes
Obispo de la IEMA
Pastor Leonardo Schindler
Presidente de la IERP