El pasado fin de semana, del 13 al 14 de julio, se celebró el CampaMETRO de invierno 2024 del Distrito Metropolitano de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata (IERP). En esta oportunidad fueron dos encuentros de jóvenes, uno en La Casona y uno en El Sembrador. La propuesta de realizar dos encuentros más pequeños (de más de 70 participantes en total) fue guardar energía para uno más amplio de todo el distrito Metropolitano en el verano.
El tema de este campamento fue el cuidado de la creación. Se realizó en una parte práctica con un taller de huerta, momentos de reflexión y devocionales. En el momento de reflexión los y las jóvenes observaron una serie de imágenes vinculadas al invierno y al cuidado de la creación a partir de las cuáles (vinculado con la práctica de la huerta) surgieron muchas preguntas:
¿Por qué las hojas que se caen en invierno vuelven a renacer en el verano? ¿Por qué crece mucha naturaleza en un lugar abandonado? ¿Qué pasaría si no hubiera más árboles? ¿Por qué en pocas partes del mundo hay agua? ¿Quién se la roba? ¿Por qué no cuidamos todos el planeta? ¿Por qué hay más derechos ahora que antes? ¿Cuánto durará la Iglesia?
La reflexión a partir de la práctica y como parte de la misma, fue una elección para reconocernos parte de la naturaleza. Las preguntas y respuestas que surgieron no fueron buscadas en ningún libro, ni ensayo científico, sino en el reconocer nuestra sabiduría interior que se relaciona con los ciclos de la naturaleza.
Por eso, al día siguiente el desarrollo del tema continuó con un momento de devocional y asamblea, en el cual los y las jóvenes se pensaron como parte de un todo más grande; siendo todos parte de la Creación. La propuesta fue pensar a las distintas comunidades como parte de un árbol que en invierno pierde sus hojas, pero preserva su energía en las raíces y sigue nutriéndose y con vida. Ese árbol, que se puede reconocer en el histórico logo del Equipo de Coordinación Metropolitano (ECoM), hoy sigue nutriéndose y transformándose para continuar floreciendo en los y las jóvenes que se preparan activamente para el campamento de verano y celebrar el reencuentro.
Como cierre del evento cada grupo pudo llevarse un plantín o un alimento de la tierra.