Los días 10 y 11 de agosto de 2024, la comunidad de Baradero de la Congregación Evangélica Alemana en Buenos Aires (CEABA) fue sede del Encuentro Distrital de Diaconía del Distrito Metropolitano de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata (IERP). El evento reunió a unas 70 personas provenientes de distintas obras diacónicas y comunidades de fe, quienes trabajaron en torno a los cuatro ejes del sínodo, junto a integrantes de los equipos de la Fundación Hora de Obrar y del Servicio Evangélico de Diaconía (SEDI).
Este encuentro fue especialmente significativo por la buena disposición y entusiasmo que mostraron los participantes. A pesar de las dificultades económicas y la falta de recursos, las personas se organizaron para asistir, algunos utilizando autos propios y coordinándose por región. Las ganas de participar y encontrarse fueron evidentes, y el agradecimiento por la oportunidad de estar juntos se hizo sentir en cada momento. El clima también acompañó, con un sol que permitió aprovechar al máximo el espacio del predio. Las mesas de trabajo se realizaron en un ambiente de compañerismo, y el lugar se utilizó de manera óptima. La comida fue otro punto destacado, con un menú que encantó a todos y que fue celebrado con aplausos.
Como muestra de lo vivencial del encuentro, se puede destacar uno de los devocionales que coordinó la pastora Paula Fogel, basado en el texto de Juan 12, donde María derrama perfume a Jesús, Paula invitó a los presentes a ponerse en los diferentes roles de la historia, lo que generó una profunda conexión y emoción entre los y las participantes. Hubo personas que se sintieron muy conmovidas, viviendo el texto de una manera personal y transformadora. Cabe hacer llegar un enorme agradecimiento a la comunidad de Baradero por poner a disposición sus instalaciones a un valor accesible y colaborar con sus productos en el encuentro apoyando una vez más la misión de la iglesia en el distrito.
La música también jugó un papel importante, con una juntada espontánea de guitarras, violín y percusión que llenó el ambiente de espíritu y camaradería. Estos momentos celebrativos fueron la expresión de un encuentro cargado de buena onda, compromiso y una fuerte sensación de comunidad. El menú y la organización de la cocina estuvo a cargo de la comunidad de Castelar, sobre todo, del grupo de mujeres, que asumió la cocina con una dedicación y un cariño destacable para que todos puedan comer algo sano, rico y conforme sus necesidades.
Durante el devocional de apertura, se rememoraron momentos clave en la historia de la diaconía en el distrito, como la labor centenaria del Hogar Germán Frers, el compromiso de los grupos juveniles de los años 70, la creación del Instituto Evangélico Luis Siegel, y la implementación de iniciativas como PAEP y ANELC. Estos recuerdos subrayaron la importancia de vivir la teología de la liberación en las comunidades.
El evento también permitió la reflexión sobre los desafíos actuales de la diaconía, destacando temas como la salud mental, las diversidades y géneros, la atención a migrantes y el fortalecimiento de la economía social. En diversas mesas de trabajo, que abarcaron temas como el cuidado de la creación, niñeces, juventudes, mujeres y economía social, los participantes discutieron cómo la iglesia puede seguir siendo un agente de cambio en la sociedad, promoviendo la inclusión, la justicia y el cuidado del medio ambiente.
En el cierre, se celebraron los 10 años de la Fundación Hora de Obrar, reafirmando su compromiso con la defensa de los Derechos Humanos y el cuidado del medio ambiente, en línea con los estatutos de la IERP y la fundación. Además, se hizo un llamado a la solidaridad, destacando el apoyo de la Congregación Evangélica Alemana en Buenos Aires a la entrega de alimentos para personas en situación de calle a través de Red Solidaria.
El Encuentro Distrital de Diaconía se destacó por su capacidad de reunir a diversas voces y experiencias, fortaleciendo el sentido de comunidad y el compromiso con la misión evangélica de la iglesia en el distrito. En tiempos difíciles, donde muchas cosas dependen del compromiso personal, este tipo de encuentros se vuelven fundamentales. Los participantes coincidieron en que no estamos solos en esta misión, y que es posible contar con otros miembros de la iglesia para salir adelante juntos. A pesar de los desafíos, el encuentro fue un testimonio del esfuerzo colectivo para seguir promoviendo la justicia, la inclusión y el cuidado de la creación.
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